VENEZUELA ES UN MILAGRO DIGITAL
Por Yimmi Castillo
Hace ya algunos años, el periodista Luis Carlos Díaz decía, medio en broma, que la experiencia de usuario de Internet en Venezuela podría compararse a la vivencia de intentar tomarse un vaso de chicha con un removedor de café. Ahora, lo increíble es que ya llevamos varios años tomando chicha con removedor, y no hemos dejado de hacerlo, al contrario.
Aunque no existen cifras oficiales de los entes gubernamentales sobre penetración o uso de Internet en Venezuela (el último informe publicado por CONATEL data del año 2015), hay estudios internacionales que incluyen a Venezuela en su data. Uno de los más conocidos en los últimos años es el Informe Digital de We are social y Hootsuite.
El último informe de Hootsuite es de enero de este 2021 e indica que Venezuela ha logrado una penetración de Internet que roza el 80% en conexiones móviles y llega a un 72% en conexión regular, de las cuales un 49% son usuarios activos de Redes Sociales. Sobre la velocidad de nuestra conexión, apenas llegamos a unos 8 MBPS en conexiones móviles y a casi 12 MBPS en conexiones desde computadoras.
¿Qué consume el venezolano?
En cuanto a preferencias en medios sociales, Facebook sigue liderando con 13 millones de venezolanos seguida de Instagram con 5,3 millones. Luego están LinkedIN, Messenger y Twitter.
Cuando empezamos a hurgar en estas plataformas, podemos ver que además los usuarios venezolanos siguen siendo muy activos, utilizando cada red social según el interés que les inspira: Facebook para publicar memes y ver a amigos, Instagram para ver el lado bonito de la vida y Twitter para drenar la frustración política.
Invasión digital
Pero desde que entramos en etapa de cuarentenas debido al COVID-19 todo cambió. La situación prácticamente nos obligó a adoptar lo digital, a pesar de nuestras limitaciones. Comenzamos a usar los términos “Homeoffice” y “Homeschooling”, tuvimos que migrar nuestros negocios dependientes de las estructuras físicas a los mundos binarios. Comenzaron a invadirnos las aplicaciones de envíos en línea y, obviamente, aumentamos nuestra presencia digital: más Instagram, más Facebook, más Internet.
Así que la oportunidad comenzó a ponerse interesante para algunas categorías, como la de Restaurantes, algunos negocios tuvieron que integrar la entrega a domicilio en sus procesos de mercadeo y ventas e incluso los mototaxistas y taxistas “piratas” comenzaron a prestar sus vehículos para este fin.
Así que, a pesar de todo el contexto en contra, lo digital finalmente se abrió paso. Como la vida, que no se detiene. Y es que el elemento principal de Internet es el usuario y ya hemos demostrado que el usuario venezolano no se frena ante ningún obstáculo y, así sea desde un móvil “viejito” y con un Internet lento y caro, hará todo lo posible por seguir trabajando desde casa y pidiendo delivery.
Cuando pase el temblor y podamos recobrar una vida parecida a la pre-pandemia, seguramente veremos una transformación que integrará mucho del mundo físico con el virtual. Quizás con condiciones de infraestructura más favorables que volverán a colocar a Venezuela en el mapa digital mundial, tal como estaba encaminada a principio de este siglo.