,En medio de la pandemia han sido innumerables retos que han tenido que pasar los empresarios de la industria textil, dónde la única opción fue un liderazgo innovador.
Uniformes ATTDRYS tiene 28 años de trayectoria en el mercado nacional. Su CEO Michael Rondón nos comentó que en medio de tantas noticias negativas decidió quedarse con lo positivo de la gestión durante el año 2020. “Debemos coexistir con el covid porque no es algo que vaya a desaparecer de un día a otro; debemos aplicar las medidas de bioseguridad necesarias para mantener la operatividad financiera y económica de cada país”, nos comentó Rondón.
A pesar de todo lo que implicó la pandemia en el ámbito económico y social en nuestro país. Uniformes ATTDRYS implementó un programa de Liderazgo Adaptativo llamado Sigue adelante; tiene como objetivo, fortalecer sus capacidades productivas. Decidieron actualizar su línea de producción, elaborando lencería con material descartable y de bioseguridad, como bragas biológicas y tapabocas. Logrando aportar un grano de arena a la economía.
“En Venezuela no existían empresas que realizaran tapabocas y material descartable. Visto en todas las circunstancias, decidimos frenar toda nuestra producción y convertirnos en fabricantes nacionales de material descartable para todos los hospitales, personal médico y los cuerpos de seguridad. Decidimos reorganizar nuestra estructura comercial para donar la primera parte o la mitad de nuestra producción”, señaló Rondón.
Entre los años 1970 y 1980 Venezuela ocupaba una buena posición entre los productores de textil a nivel latinoamericano; gracias al suelo fértil del país se generaba algodón y telas de alta calidad. Por otro lado, las semillas de algodón nacionales se empezaron a exportar y modificar genéticamente, para dar inicio a la industria textil en países como Colombia y Perú.
Apostar por lo hecho en Venezuela es uno de los principales objetivos de Uniformes ATTDRYS, iniciando los procesos de cultivar semillas de algodón en Cumbre en el Estado Guárico y en Cúa en el Estado Miranda. “Una vez que tuviésemos el algodón o las semillas, nuestra idea era fomentar la hilandería; adquirimos maquinaria para hacer hilandería y posteriormente tejeduría y teneduría de tela” afirmó el CEO. También, asegura que con éstas iniciativas se generarán ofertas de empleos en las zonas, y servirá de ejemplo para que otras empresas repliquen el modelo de negocio y se creen muchas empresas textileras en Venezuela.
Para Michael Rondón ver a Venezuela en unos años es sinónimo de oportunidad para replantear su papel como empresario y el aporte que le puede dar al país al asumir la responsabilidad de afrontar el proceso económico y social que se está viviendo.
“Tenemos el reto de refundar nuestros valores como empresarios a través del liderazgo innovador para poder dar una respuesta al país de cara al futuro”, finalizó el CEO de Uniformes ATTDRYS.
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