El Waraira Repano es testigo de viajes y vuelos cálidos
Todos hemos soñado alguna vez con poder volar o al menos lo hemos imaginado viendo alguna película o jugando de niños. Aunque no es una condición natural del ser humano, el hombre se ha inventado desde tiempos inmemoriales, formas de acercarse a esa sensación de alzar vuelo, tener alas y rosar las nubes. Entre ellas está la de volar en un parapente.
El parapente seguramente forma parte de una lista de objetos creados para regalarnos esa sensación de liberarnos un rato del suelo y contrariar la ley de gravedad. Alzarse en un vuelo es una experiencia que se debe vivir plenamente.
Con el Ávila de testigo, el estado Vargas es también un escenario de estos flamantes vuelos, desde el cerro y con vista a la costa se realizan vuelos que pueden durar 20min. aprox., a lo que no hay que temer porque se realizan con un experto piloto y no se requiere ninguna preparación técnica previa.
Lo que sí es muy importante es que la empresa que se elija, para este increíble paseo, cuente con los permisos y la certificación de todo su personal para operar estos vuelos. Actualmente se pueden encontrar distintas opciones para lanzarse desde lo alto del parque nacional, entre ellas, Parapente Caracas, Chirimena Ecotours o Caracas Travel.
¿Es lo mismo volar en parapente y en paracaídas?
A diferencia del paracaídas que consiste básicamente en lanzarse en caída libre a toda velocidad, el parapente es literalmente un paseo en el aire que comienza desde una montaña y hasta un destino final también de aterrizaje. Aunque el origen del parapente fue un paracaídas, la experiencia es distinta ya que supone volar sobre un área por algún tiempo mayor al que se puede lograr en un salto en paracaídas. Lo que si es cierto es que ambos son considerados deportes extremos.