Digitalización de la economía y las nuevas finanzas digitales

La economía digital o nueva economía como también se le conoce, se caracteriza por el uso intensivo de la tecnología en las relaciones sociales y de producción en todos los niveles de la vida de los seres humanos, generalmente desde el advenimiento de internet en la década de los 90´s del siglo pasado. Esto supone un cambio paulatino en la conducta y proceder del individuo, las instituciones, las empresas y los gobiernos en sociedad, porque ahora la mayoría de las necesidades se crean, median, impulsan y hasta se cubren a través de canales digitales desarrollados en la web, y puestos al alcance de nuestras manos vía PC, laptop, tablet, smartphone, smartTV y asistentes virtuales. 

En este sentido, la economía digital como modelo teórico es el resultado del trabajo del investigador canadiense Don Tapscott quien en el año 1995 publica un libro homónimo (Economía Digital) explicando cómo el internet cambiaría la manera en que haríamos TODO muy pronto. De esta manera, la nueva economía es un conjunto de actividades científico-técnicas que conectan con el individuo en el hecho social y lo hacen global, desde el comercio (e-commerce), las noticias (digital news) y creación de contenido (socialmedia), pasando por los modelos de negocio (entrepreneurship) y la concepción del dinero (criptoactivos) y del valor (non fungible tokens -nft-), gracias al desarrollo de plataformas digitales que en internet, permiten interactuar con múltiples agentes económicos logrando desintermediación, customización, integración, inmediatez en espacios virtuales producto de la digitalización de la realidad que por convergencia tecnológica el nuevo consumidor (prosumidor) gestiona desde aplicaciones móviles a través de la infraestructura de redes de telecomunicación y energía eléctrica, en una economía postindustrial obligada a la adaptación y cambio permanente.

La digitalización de la economía en sociedad, como parte de la economía digital, es el resultado de un proceso evolutivo y natural llevado por la innovación, el conocimiento y el estudio de las necesidades del individuo. Este proceso tiene como componente transversal la necesaria transformación del individuo en manos de la alfabetización digital y educación para el mejor uso y aprovechamiento de la tecnología aplicada a su vida diaria. En este mismo orden de ideas las empresas e instituciones también han acelerado su proceso de transformación digital, desarrollando nuevas competencias y ajustando sus procesos de producción, intercambio y pago a nuevos patrones de consumo de los bienes y servicios generados en la era digital.

A nivel mundial el sistema financiero de la mano de las Fintech y la Banca Central a través del estudio y pronta implementación de las Central Bank Digital Currencies -CBDC-, están reaccionando también a estos cambios, tratando de permanecer a la vanguardia en un mercado parabancario y parafinanciero de creación de dinero privado totalmente digital y desconectado de la jurisdicción y soberanía de algún país en especial (dinero desnacionalizado). Esto bajo el indetenible desarrollo de la Blockchain, el Bitcoin, las Altcoins, los Tokens (fungibles y no fungibles), las Finanzas Descentralizadas (DeFi), los contratos inteligentes, las plataformas de interoperabilidad Blockchain (Polkadot/Avalanche) y la amplia gama de desarrollos en materia de traductores de pago que conectan a las finanzas centralizadas (CeFi) con las DeFi.

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